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Plan de Desarrollo Urbano de las Areas Metropolitanas del Pacífico y del Atlántico/ Volumen II Parte 2 | ||||||||||
1.0 INTRODUCCIÓNPara que el desarrollo del área de estudio en la región central de Panamá tenga éxito, se deben sincronizar una serie de condiciones y acciones diversas, pero interrelacionadas: ubicación, disponibilidad, momento, planificación innovadora, manejo y compromiso sostenido.
El área incluye a las Áreas Revertidas (antigua Zona del Canal) y a las ciudades de Panamá y Colón y sus alrededores (un área total de unas 320,000 hectáreas que contiene a un 50% de la población total de la República de Panamá), tal como se muestra en el Mapa 2.1. Panamá, y en particular la franja de los 50 km. más estrechos del Istmo, ha tenido por siglos una ubicación mercantil estratégica como el lugar más conveniente para transferir bienes entre los océanos Pacífico y Atlántico. La explotación de esta sola característica física ha sido la base fundamental de la economía, el patrón de asentamiento y la relación de Panamá con el resto del mundo. Hoy día, el Canal de Panamá, construido por y arrendado a los Estados Unidos en 1914, lleva el 5% del volumen total de carga del mundo, el 14% del comercio de Norte, Centro y Suramérica, un tercio del de Chile y casi dos terceras partes del comercio de Ecuador y Perú. Desde su construcción, hasta la firma de los Tratados Torrijos-Carter en 1977, el Canal y su zona han sido una dependencia de los EE.UU. Panamá ha recibido un pequeño porcentaje de los costos del tránsito para cubrir el arrendamiento, y el resto de sus ingresos se han derivado del suministro de servicios para los puertos y las instalaciones militares, al igual que de los beneficios provenientes de los gastos que realizan localmente el personal militar y civil. La Zona, accesible sólo para unos pocos panameños, era vista como una colonia extranjera segregada, favorecida y armada, dentro del territorio nacional. Los patrones de asentamiento de las ciudades de Panamá y Colón han estado físicamente limitados por la ubicación de la Zona del Canal, forzando al crecimiento urbano a desarrollarse en tierras menos apropiadas, más costosas y más difíciles de mantener. Al contrario de la Zona del Canal, la cual fue espléndidamente planificada, controlada y manejada, las ciudades adyacentes han tenido un crecimiento anárquico y sin planificación, caracterizado por grandes desigualdades en la inversión en infraestructura pública, malas condiciones ambientales y deficiencias en el suministro de servicios críticos como vivienda y transporte. La estructura de las ciudades en el área de estudio es el resultado de una combinación de fuerzas de mercado diversas, dinámicas y, algunas veces, en conflicto. En conjunción con diferentes niveles de intervención por parte del sector público, estas fuerzas han concebido la forma y la función histórica de las ciudades, han moldeado su estructura actual y han establecido su potencial de crecimiento futuro. Estas características, agravadas por iniciativas especulativas no planificadas de parte del sector privado, se han convertido en la tendencia de crecimiento de las ciudades de Panamá, Colón y sus alrededores. Las dinámicas
de crecimiento y cambio que se dan en las áreas metropolitanas
juegan un papel crucial al preparar y evaluar planes a escala metropolitana.
Mientras se conciben y se discuten los planes y políticas para
el futuro, diariamente continúan tomándose decisiones y
ejecutándose acciones que pueden apoyar o contrarrestar el mejoramiento
futuro de las ciudades. El momento de esta reversión de derechos posesorios ocurre mientras la globalización del comercio mundial se hace una realidad. El inicio de una integración regional política, económica y de mercados comunes; la eliminación de las barreras comerciales y la reducción de los aranceles, son percibidos por Panamá (y por las instituciones mercantiles y de banca) como una oportunidad única para explotar la ubicación clave del país. Se considera que Panamá, al igual que Singapur en los años cincuenta, tiene el potencial de convertirse en una exitosa nación marítima, de beneficiarse de sus propias actividades de servicios portuarios y navieros, de desarrollar su capacidad de manufactura y procesamiento orientadas a la exportación y de derivar grandes recursos del cada vez mayor uso internacional del Canal. Además, la industria turística del país, estimulada por el tránsito del Canal y por la extraordinaria riqueza natural de flora y fauna tropical del Istmo, se percibe como uno de los principales atributos generadores de ingresos. Esta bonanza económica es vista por el Gobierno como el motor para crear un amplio espectro de oportunidades de empleo, generar grandes aumentos en la riqueza del país y tener un dramático impacto positivo en las condiciones sociales durante los próximos 25 años. Tomando en cuenta estas iniciativas económicas estatales, enfocadas en el beneficio de la reversión de Área del Canal, el estudio proyecta un crecimiento del 8 por ciento del PIB en las Áreas Revertidas y de 4 por ciento en el resto de las Áreas Metropolitanas, en el lapso comprendido hasta el año 2020. Estos supuestos conducen a una proyección de cerca de 1,190,000 empleos permanentes para el año 2020 en el Área de Estudio, con una población estimada de aproximadamente 2,400,000. Ha sido esta conjunción
de ubicación, disponibilidad y momento la que ha llevado al Gobierno
de Panamá a encargar, con la ayuda de préstamos del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), las actividades de planificación
que darán el contexto para un efectivo manejo e inversión
de fondos nacionales e internacionales para el desarrollo del área.
Esta iniciativa ha tomado la forma de tres estudios separados, pero interrelacionados:
el Plan Regional para el Desarrollo de la Región Interoceánica
(Plan Regional), el Plan General de Uso, Conservación y Desarrollo
del Área del Canal (Plan General) y el Plan de Desarrollo Urbano
de las Áreas Metropolitanas (Plan Metropolitano- el sujeto de este
informe). Si bien los tres estudios de planificación fueron programados
para realizarse simultáneamente y de manera integrada, este El Plan de las Áreas Metropolitanas se concibe como un plan estratégico. Esto implica la propuesta de estrategias de desarrollo, las cuales, si son implementadas, han de responder de manera efectiva dentro de un período de tiempo dado a las metas, objetivos y políticas urbanas establecidas por el Gobierno. El desarrollo del Plan también incluye el requisito de que se propongan las modificaciones necesarias en la estructura legal e institucional para fortalecer al Ministerio de Vivienda (MIVI) de manera que pueda realizar una planificación y un manejo efectivos de los aspectos del plan. Además, se hace un énfasis específico en la evaluación de los costos de la infraestructura pública necesaria, y de los requisitos fiscales y financieros para sufragar esta inversión capital. El objetivo general del Plan de Desarrollo Urbano de las Áreas Metropolitanas del Pacífico y del Atlántico es el de fortalecer en el MIVI la capacidad de planificación y regulación del desarrollo urbano en las Áreas Metropolitanas de Panamá y Colón y perfeccionar a corto plazo los mecanismos institucionales de gestión del desarrollo urbano. Para estos efectos, los estudios habrán de asistir al MIVI para: o Perfeccionar los
mecanismos institucionales de gestión del desarrollo urbano metropolitano
incluyendo los mecanismos de concertación de la actividad pública
y privada, el control del desarrollo urbano y de planificación
de inversiones en infraestructura urbana y servicios públicos; Para lograr estos objetivos se elaboró un proceso de estudio durante el período de abril de 1996 a diciembre de 1997. o Este proceso incluye,
con carácter de etapas generales, la documentación de las
condiciones existentes, y el análisis y elaboración de un
escenario de crecimiento tendencial.
El objetivo del proceso de planificación estratégica urbana es el de proporcionar un contexto o marco para la subsecuente preparación de políticas, planes, acciones y programas de desarrollo más tácticos y detallados. Al mismo tiempo, debe tomarse en cuenta que ese contexto forzosamente se verá influido por cuestiones de índole esencialmente política, respecto a cambios en las condiciones sociales, demográficas y económicas proyectadas para el horizonte de planificación, es decir, el año 2020. Durante este período de 23 años, habrá distintos gobiernos, cambiarán los roles legislativos y administrativos, y el plan será modificado y mejorado de manera gradual. Obviamente, dado el dinamismo de la República de Panamá, el papel que esta juega dentro de la economía global y su posición geográfica estratégica en el cruce de intereses hemisféricos, es imposible predecir con exactitud, y a largo plazo, las condiciones sociales, fiscales, ambientales y económicas que regirán sobre las áreas metropolitanas de aquí a 23 años. Por esta razón, es esencial adoptar estrategias de desarrollo que puedan aceptar o admitir cambios e influencias imprevistas y que, de este modo, mantengan su trascendencia sobre el bienestar de la población de las áreas metropolitanas, a largo plazo. No se puede llevar
a cabo un plan con tal escala de complejidad de intereses públicos
y privados sin la voluntad y el compromiso sostenido de los gobiernos
nacionales y de todas las oficinas relevantes del sector público,
y sin el apoyo del público en general. Si se quiere que
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